miércoles, 18 de diciembre de 2024

Mutuo cuidado en HSE

 

Yo me cuido, Yo te cuido (Inspirado en la historia de Mufasa y Taka) 

 


El mutuo cuidado en HSE (Seguridad, Salud y Medio Ambiente) va más allá de ser una simple acción o norma; se trata de un enfoque integral que involucra una cultura organizacional centrada en la seguridad y el bienestar colectivo, y cuyo objetivo es prevenir accidentes, reducir riesgos laborales y fomentar un ambiente de trabajo saludable. Este concepto refleja un cambio de mentalidad, donde la responsabilidad por la seguridad no solo recae en los supervisores o en el departamento de seguridad, sino que todos los miembros del equipo son responsables de cuidarse mutuamente.

A continuación, se ofrece una profundización en algunos de los componentes clave del mutuo cuidado en el contexto de HSE:




1. Responsabilidad compartida:

El mutuo cuidado implica que todos los trabajadores, independientemente de su puesto o nivel jerárquico, tienen una responsabilidad compartida sobre la seguridad y bienestar de todos en el lugar de trabajo. Este concepto se basa en la idea de que los trabajadores, al ser los que están más cerca de las actividades diarias, tienen un papel crucial en la identificación de riesgos y la prevención de accidentes.

En la práctica, esto puede traducirse en la observación de comportamientos inseguros y el fomento de comportamientos seguros entre los compañeros. Un ejemplo de esto sería que si un trabajador ve a otro utilizando de manera incorrecta un equipo de protección personal (EPP), debería intervenir para corregir esa situación, explicando de manera amigable y respetuosa la importancia de usarlo correctamente.




2. Cultura de seguridad participativa:

El mutuo cuidado está íntimamente relacionado con la creación de una cultura de seguridad participativa. Esto significa que la seguridad no es solo una responsabilidad de la dirección o de los departamentos específicos, sino que todos los empleados, desde la alta dirección hasta los trabajadores de base, deben estar involucrados en la toma de decisiones relacionadas con la seguridad. Esto incluye, por ejemplo, participación en entrenamientos, realización de evaluaciones de riesgo y propuestas de mejora en los procedimientos de seguridad.

Cuando todos los empleados se sienten empoderados para identificar y señalar riesgos, y se establece un espacio seguro para que puedan expresar preocupaciones sin temor a represalias, la cultura organizacional se fortalece y la probabilidad de accidentes disminuye.




3. Prevención proactiva:

El mutuo cuidado también se basa en la prevención proactiva. Esto implica que los trabajadores no solo reaccionan ante los incidentes, sino que se anticipan a ellos. Un ambiente laboral seguro se construye mediante la observación constante de posibles peligros y la implementación de acciones correctivas antes de que ocurra un accidente.

Por ejemplo, si un trabajador nota que una herramienta está defectuosa, puede informarlo de inmediato y evitar su uso hasta que se repare o sustituya. Este tipo de actitud proactiva previene incidentes antes de que se materialicen, reduciendo así los riesgos de lesiones o daños.




4. Trabajo en equipo y solidaridad:

El mutuo cuidado fomenta una atmósfera de solidaridad en la que los trabajadores se apoyan unos a otros no solo en tareas operativas, sino también en aspectos relacionados con la seguridad. Esto puede incluir, por ejemplo, recordar a los compañeros que se abrochen el cinturón de seguridad al trabajar en alturas, o que sigan los procedimientos de seguridad establecidos en situaciones de alta peligrosidad.

El trabajo en equipo, en este sentido, es esencial porque cuando los trabajadores se ven como parte de un grupo, la idea de cuidarse mutuamente se fortalece. Además, en muchos casos, la solidaridad y el apoyo mutuo pueden ser fundamentales en la gestión de emergencias. Un equipo bien entrenado y consciente de la importancia del cuidado mutuo actuará más rápidamente y de manera más efectiva en situaciones de riesgo.




5. Comunicación abierta y efectiva:

Un aspecto crucial del mutuo cuidado es la comunicación abierta y efectiva entre los trabajadores y los supervisores. La comunicación clara y constante permite que los miembros del equipo se expresen sobre cualquier preocupación relacionada con la seguridad sin miedo a represalias. De igual manera, fomenta el intercambio de buenas prácticas que pueden ser adoptadas por todo el equipo.

Este tipo de comunicación no solo debe ser vertical (de empleados hacia supervisores o viceversa), sino también horizontal entre compañeros. Es importante que los trabajadores confíen en sus colegas y se sientan cómodos al hablar sobre inseguridades, dudas o temores, y que los líderes fomenten ese ambiente de apertura.




6. Entrenamiento y sensibilización:

La capacitación continua es un pilar fundamental del mutuo cuidado. Los empleados deben recibir formación periódica en técnicas de seguridad, procedimientos de emergencia, y la identificación de riesgos. Además, esta formación debe incluir el desarrollo de habilidades interpersonales que promuevan la cultura de cuidado mutuo.

A través de entrenamientos, los trabajadores no solo aprenden cómo cuidar su propia seguridad, sino también cómo ser conscientes de la seguridad de los demás. Esto incluye reconocer cuándo un compañero puede estar fatigado o distraído, por ejemplo, y ofrecer apoyo para evitar accidentes.




7. Gestión de incidentes y lecciones aprendidas:

El mutuo cuidado no solo se trata de prevenir accidentes, sino también de aprender de ellos. Cuando ocurre un incidente, es importante que todos los trabajadores reflexionen sobre las causas y busquen formas de evitar que se repitan. La retroalimentación sobre incidentes debe ser compartida en todo el equipo, analizando las circunstancias y lo que se puede hacer mejor en el futuro. Este enfoque de aprender de los errores fortalece el compromiso hacia la seguridad y mejora continuamente las prácticas de trabajo.






Conclusión

En resumen, el mutuo cuidado en HSE es un componente fundamental para crear ambientes de trabajo seguros y saludables. Al adoptar un enfoque de responsabilidad compartida, participación, prevención proactiva y comunicación abierta, las organizaciones pueden reducir significativamente los riesgos laborales y fomentar una cultura de seguridad robusta. La clave está en que todos los trabajadores, sin importar su nivel jerárquico, asuman el compromiso de cuidarse unos a otros, entendiendo que la seguridad es responsabilidad de todos, y no solo del personal HSE.

@sergiotohseq

 

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