Más que Elementos, Escudos de Vida:
En el entorno desafiante de una obra de construcción, cada jornada representa un nuevo reto para la seguridad. Uno de los pilares fundamentales para proteger la vida de quienes allí trabajan es el uso correcto de los Elementos de Protección Personal (EPP). Sin embargo, su efectividad depende directamente del compromiso de cada trabajador. ¿Cómo lograr que el EPP no sea visto como una obligación incómoda, sino como un aliado esencial? La clave está en la creatividad.
Del discurso al compromiso real
Repetir normas y reglamentos no siempre genera el impacto esperado. Para motivar verdaderamente el uso del EPP, es necesario conectar con las emociones, la identidad y el orgullo de los trabajadores. Aquí presentamos algunas estrategias innovadoras que han demostrado resultados positivos:
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1. Historias que enseñan y conectan
Transformar normas en cuentos es una manera poderosa de enseñar sin imponer. En varias obras se han comenzado a utilizar historietas visuales o cómics, colocados en espacios comunes, que narran situaciones reales donde el uso del EPP marca la diferencia. Personajes como “Don Casquito” o “GuanteMan” enseñan con humor y cercanía lo que muchas veces las charlas técnicas no logran.
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2. Testimonios que tocan el corazón
Nada más potente que la vida real. Compartir historias de trabajadores que se salvaron de un accidente gracias al EPP, o incluso de aquellos que aprendieron tras un error, genera un efecto espejo. Estos testimonios, presentados en videos breves o pósters, recuerdan que detrás del uniforme hay familias esperando en casa.
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3. Seguridad que se premia
Implementar dinámicas de gamificación transforma la cultura de seguridad. Reconocer semanalmente al “Guardián del EPP” o al “Trabajador más Seguro” con premios simbólicos genera motivación y refuerza el comportamiento positivo. Lo que se celebra, se repite.
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4. Personalización que empodera
Permitir que los trabajadores personalicen sus cascos con calcomanías o mensajes propios fortalece el sentido de pertenencia. Incluso se pueden hacer jornadas temáticas como el “Viernes de Superhéroes”, donde cada quien viste su EPP como su traje de batalla. Si se sienten parte del mensaje, lo harán suyo.
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5. El poder del arte y el teatro
Las dramatizaciones breves o sketchs durante las pausas activas pueden generar un alto impacto. Escenarios simples pero reales, con un toque de humor y dramatismo, muestran las consecuencias de no usar EPP y refuerzan el aprendizaje con mayor retención que cualquier cartel.
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6. Señales que hablan diferente
Cambiar el lenguaje de los carteles de seguridad también es parte de la transformación. Frases como:
“Este casco protege tu cabeza… y tu futuro.”
“Tus gafas no son accesorio, son visión de mañana.” invitan a la reflexión con cercanía y humanidad.
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7. Involucrar a la familia
Una carta, un dibujo o una nota de un hijo en el casco o el chaleco puede ser más poderosa que cualquier normativa. Involucrar a las familias en la cultura de seguridad transforma el EPP en un escudo afectivo.
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Conclusión
La seguridad no puede depender solo del control o la sanción. Debe construirse desde la conciencia, el orgullo y la emoción. Con estrategias creativas, cercanas y humanas, el uso del EPP puede pasar de ser una exigencia a una elección que nace del compromiso personal. Porque al final del día, lo más importante no es terminar la jornada… sino regresar a casa con vida.
@sergiotohseq